¿Sabéis? Me he dado cuenta de que la
palabra “esperanza” se parece demasiado a “esperar”, y que “desesperanza” se
parece todavía más a desesperar. Más bien, a desesperarnos por alguien. Pero al
final te acabas acostumbrando. Del mismo modo que me he acostumbrado a estar
incompleto: frío por las mañanas, por las tardes y por las noches. A taparme
con mis mantas y mis excusas, y que éstas siempre me dejen los pies helados. Pronto aprendí a recitar de memoria mis
oraciones favoritas: “estoy bien”, “solo es una mala racha”, “el mundo está
lleno de chicas maravillosas”. Y tú no volverás, pero tampoco dejarás de irte
nunca, aunque eso ya lo sabías desde el primer día. Y bueno, ahora solo nos
queda cruzarnos de vez en cuando, en alguna acera, y sonreírnos como solo saben
hacerlo dos perfectos desconocidos. Lanzar la moneda, aguantar la espera y perder como siempre:
maldita sea, todavía me sigo ahogando.
No tengo remedio: nunca se me dio bien
fingir y hacer como si nada me importase. Conmigo no funciona el maquillaje. A
veces pienso que pasé demasiado pronto a ser un extraño, y cuando empecé a caer
no me dio tiempo ni de ponerme el cinturón de seguridad. Nadie me avisó de que el
amor no llevaba señales de peligro, ni que detrás de tus curvas había
precipicios tan profundos.
El resultado ya lo conocéis:
siniestro total y directo al desguace de los corazones rotos. A ver si nos
arreglan, al menos, hasta que estemos preparados para volver a rompernos. Porque
sufrir por alguien de nuevo, lo creáis o no, es una de las cosas más bonitas
del mundo.
" I wonder if the stars are lit so that one day , everyone can find yours ."
ResponderEliminarThe Little Prince.
Maybe. Or not ?......
Some people just shine as bright as stars without being one :)
Eliminar