No os enamoréis de unos ojos que brillen más que las estrellas, ni de una voz que suene mejor que vuestra canción favorita. No perdáis el norte por una sonrisa tan cálida como el mejor de los veranos. No imaginéis sus besos bajo la lluvia ni los atardeceres en la playa, ni deseéis despertar cada día con vuestros brazos en su cintura. No soñéis con esa persona capaz de haceros volar cada vez que la tomáis de la mano. Pero sobre todo, jamás idealicéis la perfección. Porque un día la encontraréis y ya nunca querréis renunciar a ella.
Podría pasarme años intentando preveniros de
ese desastre llamado amor. Desastre, porque una vez que caes en él, ya no hay
vuelta atrás. Y como por desgracia, las mayores catástrofes son aquellas de las
que nunca podemos escapar, un mal día conoceréis a esa persona. Y os prometo,
os aseguro, que ese día volveréis a creer en la magia, y comprenderéis por qué
no todas las lágrimas son amargas. Que las personas también lloramos de
felicidad, sin saber muy bien el motivo. Porque la vida es un poco así, sin
sentido, pero al final todos nos morimos por encontrarle uno.
No sé si os he dicho ya que no os enamoréis.
Pero si lo hacéis procurad, al menos, que sea para siempre: cuidad a ese amor,
y dadle todo lo que tengáis, porque seguramente nunca podáis darle todo lo que
se merezca. Haced lo posible y lo imposible por hacerla sentir la persona más
feliz del mundo. Queredla como a nadie, porque ella os amará sin reservas. Vivid
el presente: el futuro se os escurrirá entre los dedos como arena. Disfrutad de
ese amor cada minuto como si fuese el último, porque llegará un día en el que,
inevitablemente, lo perderéis. Y entonces la muerte os durará toda la vida.
No cometáis el mismo error que yo: recordad que
mi catástrofe también tuvo un nombre.
Álex, hablas como una persona de "tantaitos" años. Tienes mucho por delante. Vive tu vida.
ResponderEliminarComo siempre, te alabo el gusto en la prosa. Muy buena.
Un beset.
Gracias, Lola. Siempre es un placer tenerte por aquí. Como ves, a veces me dejo llevar y los textos se me acaban yendo de las manos, pero hasta aquellos que parecen más grises los escribo con una sonrisa.
EliminarUn beso.
Es maravilloso leer cada uno de tus escritos.
ResponderEliminarEs maravilloso leer cada uno de tus escritos.
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